otorga notoriedad a aquello que ofrece solución a los problemas de la vida
cotidiana.
Lo práctico, teórico, subjetivo, objetivo, cualitativo, cuantitativo entre otros
aspectos esenciales de la realidad, fueron objeto de análisis y juicios de valor.
El contexto áulico y extra-áulico emergió como espacio de interacción,
caracterizado por: divergencia de opiniones, consensos ampliamente discutidos
y reto a mayor profundidad en el tratamiento de situaciones. Los participantes
de acuerdo a su cultura precedente, interactuaron e intercambiaron
experiencias, conocimientos, valores y valoraciones, defendiendo sus
posicionamientos con amplios fundamentos.
La evaluación integral del objeto de estudio, amplió las posibilidades en la
apreciación de cualidades, características y demás aspectos explícitos e
implícitos en este. Asimismo, el reconocimiento de relaciones, funciones,
aplicaciones, causas y efectos de los procesos y resultados, dio lugar a la
construcción consciente de criterios y juicios de valor en función del entorno
social y natural. Todo lo cual, conlleva a un proceso de valoración de la
realidad que se complementa progresivamente con la exploración antes
explicada.
El proceso de valoración como se explica en párrafos anteriores, siendo
relativamente diferente para cada educando de acuerdo a su nivel de
desarrollo, incide significativamente en la generalidad, puesto que motiva a
incursionar en una exploración fundamentada que da lugar a nuevas
valoraciones y a la toma de posicionamientos, lo cual, demuestra el
convencimiento con respecto a la importancia de lo aprendido, como base
para una adecuada interacción en el mundo social y natural.
Los investigados, al tiempo que exploran y valoran la realidad estudiada,
aplican simultáneamente algoritmos y procedimientos, respetando normas y
principios establecidos, se interesan por un trabajo en libertad y autonomía de
acuerdo con motivaciones y necesidades individuales y colectivas, como
sustento de sus valoraciones. La diversidad de cuestiones socio-educativas fue
abordada, relacionando la teoría con la práctica, lo cual, revela que incursionan
en el empleo de lo aprendido para resolver problemas socio-educativos reales.
Las relaciones establecidas entre los hechos, fenómenos y
situaciones contextuales, otorgan significación y sentido al objeto de estudio
en la realidad, y de acuerdo con sus convicciones, los investigados
atribuyeron el origen de estos, a la fuerza natural, humana o espiritual. Se
observó interés y decisión al enfrentar la solución de problemas, para lo
cual, recurren a la reflexión participativa, como medio que les permite verificar
los usos y aplicaciones del nuevo aprendizaje.
Los algoritmos y procedimientos aprehendidos, son generalizados en la
identificación, interpretación y solución de problemas similares e incluso
adaptados a situaciones diferentes, por tanto, lo aprendido al adquirir validez
contextual, refuerza los criterios, juicios, valores y valoraciones en función de
las proyecciones individuales de colectivas de educandos y docentes. El
docente reconoce las limitaciones de lo formalmente establecido y da lugar al
planteamiento de alternativas a partir de la iniciativa y la creatividad.
El planteamiento de nuevas alternativas para resolver problemas socio-
educativos, evidenció un cierto grado de apropiación de la cultura
(identificación, elección, aprehensión, transformación e incorporación de
elementos esenciales de la cultura a la conducta). De ahí, que las posibilidades