Marzo 2018 (Especial)
Vol. 2, No. 4
ISSN 2602-8247
http://retosdelacienciaec.com
mcrevistas@gmail.com
LA GESTION DE LA APROPIACION SOCIAL DE LA
CULTURA: ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO
INSTITUCIONAL
THE MANAGEMENT OF THE SOCIAL
APPROPRIATION OF CULTURE: STRATEGIES FOR
INSTITUTIONAL DEVELOPMENT
Tania Macia Quintosa
1
Katia Díaz Bedoya
2
Recibido: 2017-12-28 / Revisado: 2018-01-22 / Aceptado: 2018-03-05 / Publicado: 2018-03-31
RESUMEN
La universidad, desde su surgimiento en el siglo XII, ha sido el espacio
destinado a la gestión del conocimiento y la cultura, sin embargo, al analizar su
evolución, se encuentran diferencias entre el propósito de su creación y los
resultados que muestra. La Universidad, ante los retos del Siglo XXI debe llevar
la formación profesionalizante, la investigación de avanzada y la extensión
universitaria a una pertinencia y relevancia, como nunca, No podemos seguir
en una Universidad que tenga que impartir conocimiento, impartir habilidades
de la manera tradicional, porque los ritmos de apropiación son tales que no
alcanzaría los tiempos previstos. Este artículo es resultado de las
investigaciones sobre la gestión universitaria y su respuesta a los retos
actuales del desarrollo local. Se utiliza como método el análisis y la síntesis y la
experiencia de los autores en disimiles tareas de dirección universitaria.
Palabras claves: universidad, gestión, apropiación social, sociedad del
conocimiento.
1
Profesora Auxiliar, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Oriente, Cuba. E-
mail: tmacias@uo.edu.cu
2
Decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Luis Vargas Torres, Esmeraldas-Ecuador.
Forma sugerida de citar: Macía-Quintosa, T. y Díaz-Bedoya, K. (2018). La gestión de la apropiación
social de la cultura: estrategias para el desarrollo institucional. Retos de la Ciencia, 2(4), pp. 10-25.
Tania Macia Quintosa / Katia Díaz Bedoya
ABSTRACT
The university, since its emergence in the twelfth century, has been the space
destined for the management of knowledge and culture, however, when
analyzing its evolution, there are differences between the purpose of its creation
and the results it shows. The University, in the face of the challenges of the 21st
century, must take professional training, advanced research and university
extension to pertinence and relevance, as never before.We can not continue in
a university that has to impart knowledge and skills in the traditional way,
because the rhythms of appropriation are such that it would not reach the
expected times. This article is the result of research on university management
and its response to the current challenges of local development. The analysis,
synthesis and the experience of the authors in dissimilar tasks of university
direction are used as a method.
Keywords: university, management, social appropriation, knowledge
society.
INTRODUCCIÓN
Desde los albores de la historia, el ser humano ha buscado el conocimiento,
así como la forma más adecuada de acceder a él. La universidad, desde su
surgimiento en el siglo XII, ha sido el espacio destinado a la gestión del
conocimiento y la cultura, sin embargo, al analizar su evolución, se encuentran
diferencias entre el propósito de su creación y los resultados que muestra. La
historia del desarrollo humano de los últimos años, nos muestra que las
universidades han sido los vértices donde se gestan y desarrollan las
transformaciones sociales.
La Universidad, ante los retos del Siglo XXI debe llevar la formación
profesionalizante, la investigación de avanzada y la extensión universitaria a
una pertinencia y relevancia, como nunca antes, determinado por la necesidad
de su desarrollo , el cual está signado por una sociedad condicionada por la
generación del conocimiento, el procesamiento de la información y la
comunicación de símbolos, signos, códigos, entre otros, que determinan ritmos
formativos que no pueden ser enfrentados de forma tradicional.
No podemos seguir en una Universidad que tenga que impartir
conocimiento, impartir habilidades de la manera tradicional, porque los ritmos
de apropiación son tales que no alcanzaría los tiempos previstos. Pero esto no
se queda simplemente con cambiar las posibilidades de la Universidad, esto
está marcado por algo todavía más esencial, y es como se plantea en la
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12
UNESCO desde el año 1997 de que “El desarrollo en el Siglo XXI será cultural
o no será”
3
DESARROLLO
La universidad en la historia
El surgimiento de la universidad se da en el contexto de una sociedad
cambiante en lo social, económico, político y cultural. La época medieval (s.
XII) constituye el punto de partida para el seguimiento del proceso de
conformación de esta nueva institución. A decir de los analistas sobre la
historia de las universidades, las circunstancias determinantes para la creación
de las universidades serían: entre los siglos XI y XIV, como resultado de la
obligatoria correspondencia entre el nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas y el carácter de las relaciones de producción, lo que se manifestó
en:
aumento de la población que se da entre los siglos XI y XIV, y lo cual
conduce a una creciente urbanización, y con ello el surgimiento de los
gremios,
cambios en la organización social, como consecuencia de los cambios en la
estructura económica,
surgimiento de un extraordinario afán de saber. de acumular conocimientos
y de socialización de ellos, lo que permitió el desplazamiento de jóvenes en
busca de los conocimientos que los maestros impartían en las diferentes
ciudades,
la aparición de un nuevo oficio, el oficio de enseñar y del gremio
correspondiente. “El nuevo gremio de maestros y discípulos dedicados a la
vida intelectual es el efecto de un proceso de organización y legitimación
como el de los restantes oficios. Este proceso de legitimación y
organización identificará y distinguirá socioculturalmente la actividad de
estudiar y enseñar”.
4
En sentido general estas instituciones, que desde su nacimiento ganaron el
derecho de ser las precursoras de las transformaciones sociales, en tanto
garantizaron la creación, preservación y difusión del conocimiento y la cultura,
se han visto obligadas a revisar sus paradigmas tradicionales. Esto debido a
que las soluciones que éstas ofrecen a la sociedad no son tan satisfactorias
como en los siglos anteriores y esa pérdida de vigencia podría ser un paso
hacia su extinción.
3
Informe de la Comisión Mundial de Cultura y desarrollo Nuestra diversidad creativa”
UNESCO 1997, pag.155
4
(Amengual, 1978. Citado por: Tünnermann, C. (2001) Universidad y Sociedad. Balance,
histórico y perspectivas desde América latina. (2 ed.) . Managua: Hispamer p. 27).
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Así, en 1995 se orientó por la UNESCO la necesidad de llevar a cabo una
Conferencia Mundial sobre Educación Superior, celebrada en París en 1998,
con una Conferencia Regional en la Habana, en 1996. La celebración de dicha
Conferencia no fue vista tan solo como un gran evento académico, sino como
la culminación de un proceso destinado a suscitar, a nivel mundial, el interés
público por la educación superior y destacar su papel estratégico como factor
clave del desarrollo humano sostenible y del proceso de transmisión y
generación del conocimiento. En otras palabras, se trataba de poner
nuevamente a la educación superior en un lugar prioritario en la agenda del
debate nacional e internacional y de provocar una movilización mundial capaz
de contribuir a definir los principios de una Declaración y las prioridades de un
Plan de Acción que permitieran identificar las medidas necesarias para reforzar
la contribución de la educación superior al desarrollo económico y social de las
naciones.
5
El siglo XXI nace sujeto a las complejidades del mundo global, sus
consecuencias y efectos inmediatos. En este escenario, Europa impulsa el
proyecto “Sociedad de la Información y el Conocimiento”, consolidando la
dinámica global con la incorporación del conocimiento a la economía de
mercados en calidad de mercancía. Ello ha agudizado las asimetrías y
contradicciones, tanto al interior de las sociedades centrales, como en los
países periféricos. Al igual que América Latina, Cuba comparte los efectos de
la globalización y que unido al bloqueo económico, ha trascendido lo
económico, afectando la educación, la ciencia y la tecnología.
Nunca antes en la historia de la humanidad, las comunidades de todo el
mundo, han atribuido tanto valor e importancia a la Educación Superior. Está
claro, entonces, que se necesita de un mundo de formación que esté a la altura
de la “sociedad del conocimiento”
6
, a fin de transformar la información en
conocimiento. Se exige, por tanto, de un mundo donde cada persona tenga la
oportunidad de realizar su cultura y sus capacidades transformadoras
humanas.
Al hablar de la sociedad del conocimiento (Pérez Lindo, 2207)
7
ella
envuelve, al menos tres dimensiones:
5
Ver Tünnermann, Carlos: La educación superior en América Latina y el Caribe: diez años
después de la Conferencia Mundial de 1998. en http://www.iesalc.unesco.org.ve, 2008, p. 5-6
6
El surgimiento de la llamada Sociedad del Conocimiento comienza a evidenciar al final de la
Segunda Guerra Mundial, aunque su desarrollo se manifiesta en las últimas décadas del Siglo
XX. Se identifica como la cualidad que adquiere la sociedad como resultado de la
transformación del conocimiento en el factor clave del desarrollo económico y social, etapa
que, con otra perspectiva, ciertos estudiosos prefieren llamar Sociedad Postindustrial e,
incluso, en otros casos, Sociedad Poscapitalista (Drucker, 1993 y Soros, 1999). Se recomienda
el artículo de Bueno, Eduardo: “La Sociedad del Conocimiento. Un nuevo espacio de
aprendizaje de las organizaciones y personas”, En: http;// www.
Ingenio.upv.es/webimgenio/img_semi/ponencia_bueno.pdf
7
Pérez Lindo, Augusto: Los desafíos de la Educación Superior. En http:// www.
gual.ufsc.br/sitre/ed_vi_2007/lindo pdf
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14
1. la formación de un modelo de desarrollo de conocimiento intensivo, el actual
conocimiento está organizado , se produce y se transfiere hacia la sociedad
no sólo de forma diferente sino que ha adquirido un valor abismalmente
superior al de antaño, y su expansión está cobrando formas inusitadas.
8
2. la informatización del mundo
3. el análisis reflexivo, crítico, de las condiciones de producción y aplicación de
los conocimientos.
Lo anterior no lo podemos dejar de ver dentro del proceso de globalización y
de la tercera revolución industrial, y de esta manera se coincide, con tales
planteamientos, a los requerimientos de la CEPAL, de una transformación
productiva con equidad en la región, que ha de repercutir en lo formativo y
responde a las necesidades latinoamericanas, referidos en los trabajos de los
destacados autores, de la región, como Carlota Pérez (1983), coincidimos con
ella en que la transición actual conllevan a un conjunto de elementos de
valoración de carácter prospectivo, en donde cada paradigma tecno-económico
requiere de una reestructuración global en la esfera socio-institucional, vale
decir, transformaciones sociales, políticas, culturales y educativas que
determinan la forma general de su desarrollo". (Didriksson: 2000).
9
Tenemos, entonces, el deber de acercarnos a una definición de universidad,
que responda a los cambios del complejo mundo globalizado en que vivimos y
que nos lleva al reconocimiento de ésta, como un espacio de apropiación social
e intencional de la cultura, a través de las relaciones sociales de carácter
formativo que se desarrollan entre los sujetos, en la relación dialéctica de lo
universal y lo contextual, por medio de un proceso de gestión cultural.
(Fuentes, H. y Macía, T., 2007).
8
“El conocimiento aumenta y cambia con gran velocidad. La publicación de revistas científicas
aumentó de 10 mil en 1900 a más de 100 mil en la actualidad. En el caso de las matemáticas,
un analista señala que se publican anualmente 200,000 nuevos teoremas. Y las publicaciones
de historia de lo dos décadas entre 1960 y 1980- son más numerosas que toda la
producción historiográfica anterior, desde el siglo IV A.C. En el campo de la química, entre
1987 y 1988 el número de sustancias conocidas pasó de 360 mil a 720 mil, y en 1998 alcanzó
los 1.7 millones. Y desde comienzos de los años noventa, más de 1 millón de artículos
aparecen cada 2 os en las revistas especializadas de esta disciplina. El método empleado
inicialmente por los biólogos para determinar la secuencia de bases (las letras que codifican la
información del ADN) permitía determinar la secuencia de 500 bases por semana hacia el o
1997; hoy, un centro de genómica puede determinar hasta un millón de bases por día. También
la especialización es cada vez más pronunciada y pulveriza el conocimiento hasta el infinito. Un
estudio de comienzos de los años noventa identifica 37 mil áreas activas de investigación
científica, todas ellas en plena ebullición. Sólo en la disciplina de las matemáticas existen más
de 1000 revistas especializadas, las cuales califican la producción de la disciplina en 62 tópicos
principales divididos, a su vez, en 4,500 subtópicos”. Considerado en su conjunto, se calcula
que el conocimiento (de base disciplinaria, publicado y registrado internacionalmente) habría
demorado 1,750 años en duplicarse pro primera vez contado desde el comienzo de la era
cristiana, para luego volver a doblar su volumen, sucesivamente en 150 años, 50 años y ahora
cada 5 años; se estima que hacia el año 2020 se duplicará cada 73 días”. Tomado de Brunner,
José J. “La Educación al encuentro de las Nuevas Tecnologías”. IIEP/ UNESCO, Septiembre
Grupo Editor, Buenos Airres. 2003, p. 22-23
9
Ver: Didriksson, Axel: “La Universidad de la innovación. Una estrategia de transformación
para la construcción de universidades de futuro”. Primera edición marzo 2000. Hecho en
México.
Tania Macia Quintosa / Katia Díaz Bedoya
Se trata, por tanto, de concebir una universidad, que al decir de García
Guadilla, C. (1996)
10
, se transforma y preserva en la diversidad desde una
perspectiva humana, como clave ética de su dinámica. Ello nos lleva a
identificar como categorías esenciales de esta conceptualización a la cultura y
su gestión, la condición humana, la identidad y la diversidad. De ahí la
búsqueda de una perspectiva de solución auténtica en la transformación de
nuestras universidades en lo práctico y teórico. El objetivo de este trabajo es
por tanto valorar algunos de los impactos sociales de la universidad que debe
ser capaz de generar, para dar respuesta al encargo social institucional
universitario.
La Universidad en el Siglo XXI: Retos y Tendencias
Las universidades accionan en los contextos locales procurando responder
al encargo social de sus comunidades, con miras a su desarrollo social,
económico y humano. Esta misión se encuentra en permanente cambio,
gracias al impacto de la lógica global.
No obstante, en este proceso irreversible de cambio, que envuelve a todas
las actividades sociales, se ha redimensionado el concepto de lo humano y su
desarrollo, del conocimiento y su transdisciplinaridad, así como del carácter
universal y múltiple de la cultura. Ello ha evidenciado la necesidad de una
educación superior que integre lo contextual y lo universal desde una mirada
humana, construyendo competencias profesionales y científicas que impulsen
el cambio social. En medio de esta dinámica, las Instituciones de Educación
Superior accionan en el vórtice de procesos dialécticos, necesidades globales y
necesidades locales. Estas restricciones y desafíos las obligan a realizar
transformaciones y reorientar su quehacer desde una perspectiva universal,
recuperando su primigenia naturaleza.
Así diversos Documentos
11
y autores
12
reconocen que entre los retos de la
educación para el Siglo XXI se encuentran:
1. El rápido desarrollo de la tercera revolución industrial, el continuo progreso
de la globalización y sus crecientes efectos.
2. La pobreza, inequidad y exclusión.
3. La emergencia de nuevas amenazas a la paz, la seguridad y los derechos
humanos.
4. Los problemas demográficos.
5. La rápida degradación del medio ambiente.
6. La emergencia de la “sociedad de la información”.
7. La sociedad emergente de conocimiento asigna a la ciencia y a la
tecnología un rol cada día más estratégico e importante.
De los retos anteriores se derivan las tensiones que debe enfrentar la
Educación Superior para este siglo XXI, y entre ellas se encuentran:
10
García Guadilla, C. 1996. Conocimiento, educación superior y sociedad en América Latina.
Centro de Estudio del Desarrollo: CENDES. Editorial Nueva Sociedad.
11
Entre estos documentos se encuentran de la UNESCO: La Educación Encierra un Tesoro ,
de Jacques Delors, Conferencia Mundial , Paris 1998, Conferencia de Cartagena de las Indias ,
2008
12
Entre ellos se encuentran Carlos Tünnermann, Román Mayorga .Federico Mayor, Augusto
Pérez Lindo
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16
1. La tensión entre lo mundial y lo local: Es necesario insertarse en los
procesos de globalización, sin perder las raíces y sin dejar de participar
activamente en la vida de la nación y de su comunidad local de base.
2. La tensión entre lo universal y lo singular: Se asiste a una homogenización
de los patrones culturales y de consumo, que ponen en peligro la rica
diversidad del mundo, en todos los órdenes. Esta tensión entre lo universal
y lo singular es un gran desafío, donde la educación juega un papel clave.
Señalando Castell: “…no hay otro remedio que navegar en las encrespadas
aguas globales…Por eso es esencial, para esa navegación ineludible y
potencialmente creadora, contar con una brújula y un ancla. La brújula: la
educación, información, conocimiento, tanto a nivel individual como
colectivo. El ancla: nuestras identidades. Saber quiénes somos y de dónde
venimos para no perdernos a dónde vamos.
3. La tensión entre tradición y la novedad: Esto supone formar seres humanos
capaces de asumir la novedad de los avances de la ciencia y la tecnología,
sin negar sus tradiciones y valores; seres humanos capaces de afirmar sus
tradiciones culturales, historia propia, valores; y al mismo tiempo, capaces
de abrirse a otras culturas a otras posibilidades y a nuevos escenarios.
4. La tensión entre el largo plazo y el corto plazo: Lo anterior implica afirmar
los clásicos fines de la educación en su dimensión formativa, donde el
desarrollo del rigor, la constancia, el espíritu crítico, la capacidad creativa y
la disposición para el discernimiento, son ejes fundamentales.
5. La tensión entre la indispensable competencia y la preocupación por la
igualdad de oportunidades.
6. La tensión entre el extraordinario desarrollo de los conocimientos y las
capacidades de asimilación del ser humano.
7. La tensión entre el bien mayor y el bien particular: El ser humano es un ser
individual y al mismo tiempo es un ser social. Necesita reconocerse como
individuo y como parte de un colectivo. Motivar en cada persona esta
elevación del pensamiento y del espíritu humano hacia la búsqueda del bien
mayor, trascendiéndose a mismo, es quizá la tarea más noble que pueda
hacer la educación en general y la educación superior en particular.
13
La pertinencia e impacto de la universidad se significa cuando se desarrolla
a los ritmos de la sociedad y cuando promueve la cultura en la sociedad. En
consecuencia ha de ser expresión de la sociedad y a la vez dinamizadora de su
desarrollo. La universidad es dinámica en esencia, lo que está determinado
por las contradicciones que se dan en su seno, y de ella con la sociedad,
contradicciones que dan cuenta del desarrollo de la universidad y su entorno
social. En esencia la pertinencia se consigue efectivamente en la participación
de la Universidad
14
a través de todos sus actores, en la vida social, económica
y cultural de la cual ella se inserta, en especial de su contexto sin perder de
vista la universalidad.
13
Estas tensiones fueron resumidas del trabajo: Pertinencia y nuevos roles de la Educación
Superior en América Latina, de Manuel Ramiro Muñoz, en Tünnermann, la Educación Superior
en América Latina. Ob. Cit. 166-194
14
Ver Dias Sobrinho: “Calidad, Pertinencia y Responsabilidad social de la Universidad
latinoamericana y caribeña. 2008, en http:// www.iesalc.unesco.org.ve
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Retos y desafíos de la gestión de la universidad y su encargo social
La universidad, como institución social se distingue por la gestión y
transformación de la cultura social. Históricamente, la Universidad presenta una
aparente discrepancia entre la tendencia a conservarse de forma intacta y a
generar importantes cambios gestados en su seno que afectan y propician
transformaciones sociales.
Actualmente, las tendencias hacia el cambio en la universidad han estado
motivadas por agentes externos. Brunner (1999) presenta como los principales
factores que propician el cambio en las universidades del siglo XXI, las
crecientes posibilidades tecnológicas, presupuestos más ajustados y los
nuevos descubrimientos científicos. Reseña además otros factores incidentes
como son la competencia interinstitucional, la evaluación, la movilidad social, la
presión demográfica y el contexto político.
La Universidad, correspondiendo a su misión histórica, se deberá comportar
como un centro de transformación cultural donde se crean las condiciones para
producir, conservar el conocimiento y hacerlo accesible en un clima fecundo y
en continuo desarrollo. De tal manera que se desarrollen los procesos
formativos que permitan ver la cultura como resultados acumulados, creación
constante, proyectos y fines; en fin ideas y realizaciones
15
Esta significación de la universidad representa la posibilidad de concebir los
procesos tradicionales de la universidad, como procesos formativos, como
realidades al servicio de la comunidad, en la solución de problemas, la
preservación y desarrollo de la cultura. Debe además mostrar liderazgo
institucional, individual y colectivo, innovación y visión, orientado
anticipadamente a las nuevas necesidades de la sociedad.
En la universidad para el siglo XXI, el cambio es asumido a través de la
aplicación de nuevos métodos y estilos de gestión, evitando la utilización de las
formas tradicionales. En este sentido los avances que se manifiestan por la
revolución económica, científica, tecnológica y social, exigen que la actividad
de gestión se ajuste a las características de cada organización,
transformándose de manera profunda en muchos casos, debido a la
complejidad de los procesos de gestión actuales.
La Universidad presenta contradicciones que le son propios. Por una parte,
la Universidad es un producto social, ya que ha sido generada por la propia
sociedad, mas sin embargo, es a la vez un factor social, ya que provoca y
produce cambios en la misma sociedad que la crea. Y de ahí la necesidad de
proponer modelos propios de desarrollo universitarios que propicien el
desarrollo, teniendo en cuanta nuestro desarrollo histórico, social, cultural,
económico, sustentado en el pensamiento pedagógico cubano y
latinoamericano.
Al gestionar la Universidad se presentan de nuevo sus contradicciones
originarias. Por una parte, la Universidad tiene que ser suficientemente estable
para mantener el ideal que la materializó y le da vida, pero a la vez, con la
15
Tomado de C. R. Rodríguez, en las palabras pronunciadas en la entrega del título de
profesor al Mérito, por la Universidad de la Habana, 27/ Mayo/ 1983. Impreso por la Unidad de
producción No. 1 del MES.
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capacidad necesaria para permanecer pertinente a la sociedad que la
materializó y le da vida.
Analizando el conjunto de contradicciones que generan problemas en la
gestión de los procesos universitarios, es posible afirmar que se manifiesta
claramente la necesidad de profundos cambios en los enfoques, métodos,
técnicas y estilos de dirección que permitan conducir los procesos de cambios
que den solución a la contradicción entre los métodos tradicionales de gestión
y las necesidades que emanan de las nuevas exigencias que la sociedad
impone a la universidad en el tercer Milenio.
El incremento en la complejidad en las tareas de dirección y administración
de las universidades requiere de una nueva cultura de gestión universitaria.
Para responder a los retos y desafíos que se les imponen, las universidades
han trabajado desde hace algún tiempo, por asimilar los diferentes enfoques de
dirección que las empresas han utilizado con éxito. En este sentido se
desarrollan experimentos con diferentes enfoques como: Calidad Total,
Administración por Valores, Reingeniería, Administración por objetivos y otros,
siempre preocupados en la búsqueda de soluciones a los retos y desafíos que
se les presentan.
El término "gestión", según los autores, en las instituciones de Educación
Superior constituye un campo teórico y praxiológico en función de la peculiar
naturaleza de la Educación Superior como práctica política y cultural
comprometida con la promoción y formación de los valores profesionales y
sociales que orientan el pleno ejercicio de los hombre en el seno de la
sociedad, lo cual es consecuente con el ideario martiano, al decir la universidad
se realiza para sí, en cuanto se realiza para la sociedad, lo que en nuestro
lenguaje es la expresión de la pertinencia e impacto de la universidad en la
sociedad.
Al estudiar la gestión, como proceso, se parte del reconocimiento de su
carácter dialéctico, holístico y complejo, y que de modo consciente se
desarrolla a través del amplío sistema de relaciones sociales que propicien la
apropiación social e intencional de la cultura y desarrollar la capacidad
transformadora humana, que desempeñe con pertinencia, impacto y
optimización, a la vez que logre relevancia social en sus procesos para
alcanzar los objetivos de la organización, preservando su identidad, su auto
desarrollo y su sustentabilidad.
De la definición anterior resalta la categoría apropiación social e intencional
de la cultura
16
, pero antes de explicarla es necesario que se precise el
concepto de formación como complejos procesos sociales que constituyen
totalidades de la realidad, que se desarrollan en el tiempo y el espacio a través
de una sucesión de eventos, donde los sujetos implicados, en un contexto
histórico, social y cultural concreto, construyen significados y sentidos, en el
ámbito de las acciones que realizan; a la vez que se transforman en el tiempo,
16
En la literatura científica al tratar el tema del vínculo universidad- sociedad se han propuesto
diversas categorías, que para estos autores son las que van a caracterizar estos vínculos, así
tenemos a Didriksson, que retoma y recrea aprendizaje social, a Fernando Chaparro y a Luís
Carrizo quienes hablan de apropiación social del conocimiento que se convierte en la
propuesta nuestra en apropiación social e intencional de la cultura.
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en aras de desarrollar sus ideas y realizaciones. Lo cual deviene en la
Educación Superior a un nivel la consideración de la profesionalización, la
investigación de avanzada y la gestión socio-cultural, como aspectos
esenciales de la que sustenta la identidad universitaria.
17
La profesionalización signa el rasgo distintivo de la Educación Superior en la
formación de sus egresados, que estarán identificados con una determinada
profesión, la cual se sustenta en una cultura universal profesional y social, pero
es concreta en un entorno y por tanto específica, pues si bien la profesión
como término genérico se denomina de forma similar en diferentes lugares y
países, pero en cada contexto el profesional se realiza con una especificidad.
Se refiere a que la investigación científica y la profesión son en
contextuales y universales pero el carácter de la investigación en relación con
la profesionalización es más universal.
Cuando se considera la investigación científica universal, entendemos el
reconocimiento de la diversidad de alternativas de la ciencia y no el método de
las ciencias naturales clásicas como único método. Se refiere a la relación
dialéctica entre la cultura del contexto donde se ejerce la profesión y la cultura
universal a través de la construcción del conocimiento científico.
Se requiere significar el nivel relacional en la propia definición de apropiación
social e intencional de la cultura, se sustenta en la relación dialéctica entre la
cultura del contexto y la cultura universal en la que la cultura del contexto le
aporta significado a la cultura universal enriqueciéndola siendo esta síntesis de
las culturas contextuales, pero a su vez la cultura universal resignifica la
contextual desde una visión s universal y con ello la enriquece en un
proceso dialéctico no formal, mediado por intencionalidad formativa socio-
cultural y la sistematización de la gestión socio-cultural, la primera en su
condición de intencionalidad que se configura en la propia síntesis cultural y a
la vez dinamiza el sentido de la integración cultural necesaria para su
enriquecimiento.
17
Ver los resultados de investigaciones realizados por el centro de estudio de la Educación
Superior, de la Universidad de Oriente, así como diferentes publicaciones del Dr.Cs. Homero
Calixto Fuentes Gonzales.
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La consideración de la que la universidad no solo es un centro de
profesionalización e investigación, sino un centro de promoción y proyección a
la sociedad, la gestión socio-cultural que no se reduce al ámbito de ningún
edificio y se realiza en toda la sociedad en su carácter profesional y de
investigación de avanzada, si tiene una proyección social y es una gestora de
la cultura en la sociedad. Pero esta relación no queda como una simple
dimensión del proceso sino que está mediada también en una identidad socio-
cultural que signa la universidad en todo su quehacer.
En tal sentido la intencionalidad formativa es precisamente el sentido que
imprime el sujeto al proceso objetivo-subjetivo (Fuentes, 2009) que se requiere
en la formación, de ahí que la intencionalidad prefija el carácter de esencialidad
de la formación, y en esa dirección alcanza un mayor nivel que posibilita la
abstracción y la generalización en los sujetos de convertirse en una repetición
sistematizada, en el proceso de formación.
La intencionalidad formativa socio-cultural, con este enfoque, permite
establecer la lógica del proceso formativo en la sociedad. Esta intencionalidad
es definida como el móvil que conduce a todo el proceso formativo a niveles
superiores y que debe comenzar a expresarse desde el mismo momento en
que se asientan las premisas indispensables en la formación, a la vez que el
proceso formativo se va sistematizando, y que por tanto en cada universidad en
general y cada facultad en particular, le imprime su sello característico.
La sistematización por tanto es una categoría pedagógica y didáctica, que
conlleva a la recreación y creación de la cultura, donde la apropiación de la
cultura desempeña un rol fundamental en los primeros estadios del proceso de
la construcción científica del contenido socio cultural, en que se construyen los
fundamentos sobre los que se erige la nueva cultura, que implique una
novedad epistemológica.
En síntesis las características de formación en las universidades
identificadas de profesionalizante, investigación de avanzada y gestora socio-
cultural signan el quehacer de la Educación Superior y su gestión, lo que es
sintetizado en la relación dialéctica entre la profesionalización y la investigación
de avanzada, las cuales constituyen pares dialécticos, mediadores en la
relación dialéctica entre la formación socio-cultural como intencionalidad
formativa socio-cultural y la sistematización gestión formativa socio-cultural.
La cultura universitaria puede ser conceptualizada desde esta visión como el
resultado acumulado en la construcción del conocimiento por la humanidad, la
ceración constante del conocimiento científico y los proyectos y fines de la
visión de futuro que la universidad se plantea y que concreta en sus ideas y
realizaciones en el desarrollo de los proceso de formación social y profesional,
en los que se desarrollan en los procesos universitarios.
El compromiso de los actores universitarios emerge de la apropiación del
sentido de la institución, que en incuestionablemente se condiciona por el
reconocimiento del significado que los propios actores aportan a la cultura
universitaria, pues el sentido de la institución, universidad, se apropia por los
actores universitarios cuando se reconocen en la construcción del significado,
cuando se implica en sus decisiones trascendente desde el rol que le
corresponde de actor o gestor, pero participando desde la consideración de sus
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criterios, entonces, la cultura universitaria tienen una intencionalidad, pues
ninguna universidad es apolítica, neutra o ajena al consenso de sus actores.
Se trata de que con la participación se propicie en primer lugar rescatar la
cultura de cada uno de los sujetos y desarrollar no sólo la cultura universitaria
sino su identidad y la autenticidad, en la que necesariamente está implícita en
el sentido a cada uno actores, que se expresa en su identidad.
Por lo cual la apropiación de cultura y la profundización en los contenidos
socio-culturales, está mediado por la identidad socio-cultural universitaria y en
ello se sustenta el desarrollo de su capacidad y voluntad socio-cultural, que a
su vez está signado por el carácter formativo de la universidad.
La universidad y sus actores son reconocidos en su relevancia cultural,
cuando su identidad socio-cultural, emerge de una autenticidad comprometida
con su contexto, y es que en su capacidad, precisa una voluntad de
transformación que identifica compromete al desarrollo que en un estadio
superior lleva a la universalidad, entendida en dos sentidos igualmente
relevantes: por una parte la universalidad en su contexto al de, partir de todos,
llegar a todos, comprometer a todos en una dinámica formativa cultural que
geste una identidad cultural formativa; por otra parte la universalidad que
trasciende a los contextos con una proyección que lleve a lo universal y en
consecuencia al reconocimiento internacional de la universidad y con ello
transitar desde una universidad universal.
Modelo propuesto
Desde esa consideración de la universidad distinguimos los siguientes
aspectos a considerar:
El primer aspecto, la interrelación de individuos o grupos, propicia el
comportamiento holístico de la organización. Peter Senge (1990) afirma que si
dividimos una organización en dos partes iguales no obtenemos dos
organizaciones pequeñas, corroborando que la interrelación es la cualidad
imprescindible para la existencia del sistema que le permite convertirse en una
unidad con una personalidad propia, que lo caracteriza.
La institución universitaria es conceptualizada como un sistema cuyas partes
son interdependientes entre y con su medio (Schein,
18
1980; en Navarro,
2001
19
). Los procesos de relación interdependiente son los que le permiten a
la universidad comportarse de manera integrada.
El segundo aspecto, la pertenencia a un sistema mayor la sociedad- que
abarca el primer sistema, que manifiesta la o las características que los agrupa,
también propio de las universidades, que se desarrollan en su contexto social,
económico, cultural.
Como tercer aspecto, se enfatiza en que el sistema se interesa
principalmente en los problemas de relación, de estructura e interdependencia
y no en sus atributos constantes, lo que reafirma la visión holística del mismo.
Así los cambios en una parte del sistema (una facultad) repercuten en todo el
18
Schein, E. (1988) La Cultura Empresarial y Liderazgo. Barcelona. Editorial Plaza & Janes.
19
Navarro Cid, José. Las organizaciones como sistemas abiertos alejados del equilibrio. Tesis
doctoral. Universidad de Barcelona. Barcelona. organización abierta al aprendizaje.
Barcelona: Granica, 1992.
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Revista Científica Retos de la Ciencia. 2(4), pp. 10-25
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sistema (la universidad, la sociedad) propiciando cambio de comportamiento en
las demás.
La aparición de propiedades o rasgos emergentes, responsables del
desarrollo organizacional y funcional de la Universidad, es el cuarto aspecto.
Estas propiedades culturales como la identidad, la autenticidad, la calidad, la
internacionalización, que se dan en igual medida en la sociedad y surgen de la
interrelación entre los miembros del sistema, influyendo en los propios
miembros del sistema, y acaban desarrollándolo. Es a través de ellas que se
originan los cambios paradigmáticos que permiten una nueva visión y misión de
la institución.
El quinto aspecto del sistema es la visión holística, necesaria en cualquier
análisis de sistema. Es necesario estudiar la universidad en su expresión
holística, los resultados de su interacción interna y externa para luego derivar
en el estudio de sus componentes.
El análisis de estos aspectos, su desarrollo y manifestación no son privativos
de las universidades, su actuación se evidencia en las organizaciones sociales,
como procesos sistémicos abiertos. Estos aspectos contribuyen con su
presencia en la caracterización del sistema, lo acciona, lo mueve y hasta
promueve su evolución. El sistema no es estático, mientras éste existe está en
continuo movimiento, y esa acción es inducida a través de sus propias
características.
Es necesario recordar que la organización social es abierta, por tanto,
algunos paradigmas pueden, y son, reforzados desde fuera del sistema a
través de los actores (estudiantes, profesores y gestores del sistema). Los
sistemas sociales presentan relaciones de tipo no lineal, demoras en el tiempo
entre algunas causas y sus efectos, y aleatoriedad. Este es el momento del
proceso donde se manifiesta la identidad de la universidad, y que es propia de
cada institución.
Las universidades, como centros gestores del conocimiento, deben ser
lugares de transformación cultural, en un clima universitario fecundo y en
continuo desarrollo. Se deben caracterizar por el alcance de sus acciones y la
rapidez y certeza en la toma de decisiones, por su compromiso con los actores,
la simplicidad y la autonomía. Sin lugar para el dogmatismo académico, la
improvisación en la gestión o la parálisis por análisis.
Esta significación de la universidad representa un avance conceptual que
busca transformar los procesos tradicionales de la universidad en nuevas
realidades, en el servicio a la comunidad, en la solución de problemas, la
preservación y desarrollo de la cultura. Esta nueva Universidad, todavía en el
horizonte para Latinoamérica, debe ser comprometida, flexible y trascendente,
para poder anticiparse a los cambios. Mostrar liderazgo institucional, individual
y colectivo, innovación y visión, orientado anticipadamente a las nuevas
demandas de la sociedad.
El quehacer en el proceso de gestión universitaria se caracteriza por los
procesos simples y adaptables, no se compone de técnicas rígidas e
inmutables. Lo que significa que un modelo exitoso en una organización en
cierta época, puede no serlo en otra organización o en ésta misma en épocas
diferentes. Por tanto, se hace imperativa la búsqueda constante de modelos
Tania Macia Quintosa / Katia Díaz Bedoya
ajustados a las realidades cambiantes, tanto de la universidad como de su
entorno.
CONCLUSIONES
La caracterización de la universidad como institución social comprometida
con el desarrollo social de las naciones reveló la esencia cultural y de
desarrollo de la identidad que manifiestan estas instituciones y que dinamizan
su desarrollo, esta valoración epistemológica de la universidad permitió
identificar factores que muestran la inconsistencia de la universidad actual en
países en vías de desarrollo.
Las insuficiencias universitarias del mundo de hoy pueden identificarse con
la incoherencia entre la formación que desarrolla y la identidad que se gesta en
la institución, lo cual pudiera llevar a una gestión del conocimiento y de la
cultura centrada en la transformación cultural y social, tal afirmación llevaría a
desarrollar una investigación en la cual se apreciara como contradicción la que
se manifiesta entre la cultura y las transformaciones universitarias, lo que
podría constituir el núcleo de una gestión universitaria orientada hacia la
transformación cultural.
Revelar que la gestión universitaria es en esencia una gestión de
transformación cultural, permitió identificar que esa gestión de transformación
cultural se desarrolla entre la cultura de los actores y la cultura universitaria,
relación que confiere la dimensión cultural a dicha gestión y que se hará
específica en cada institución universitaria al identificar la cultura de sus
actores y el significado que le aportan a la cultura universitaria.
Otra consideración que emerge es que el dar respuesta desde las ciencias
pedagógicas a las limitaciones existentes constituye un imperativo en el
carácter transformador de la gestión sociocultural a partir de la necesidad
social que se revela. En tal sentido el reconocimiento del valor de la estrategia
de gestión se constituye en una alternativa viable que permite el desarrolle
social institucional desde la relación entre una gestión de la capacidad y una
gestión de la voluntad de cada uno de los actores y con ello se gesta la gestión
de la institución universitaria y su aporte al desarrollo social.
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