presentadas, resultando de esta manera más oportunas, lo cual fue tomado en cuenta
para el programa aplicado antes del retest. Se obtuvo la disminución del síndrome de
burnout en la mayoría del personal sujeto de evaluación posterior, esto muestra el
efecto inicial que tuvieron las acciones de promoción de la salud mental y el
tratamiento propuesto para la problemática.
Respecto de los otros sectores comparados, es necesario conocer qué
condiciones de trabajo comparten, incrementar y homogenizar la muestra en
cantidad, características, centros y tiempo de trabajo en ellos y otras variables
sociodemográficas intervinientes a fin de ampliar el entendimiento de lo encontrado,
poder extrapolar los resultados a la realidad nacional y proponer medidas conjuntas
para su prevención con los departamentos de talento humano, normadas desde su
órgano rector.
Los riesgos psicosociales, así como las enfermedades relacionadas con el
trabajo, deben ser abordadas conjuntamente desde la perspectiva de la psicología
industrial como de la clínica, a fin de asegurar a los trabajadores una atención
personalizada y maximizar la calidad del servicio prestado. La intervención del
síndrome de burnout sostenida en el tiempo (Hätinen, M. et al. 2004), tanto para su
prevención como para su tratamiento, genera un impacto positivo en la salud de los
trabajadores y en la entidad laboral por lo que se recomienda la implementación de
programas preventivos de forma permanente.
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