humanos sobre todas las cosas, el cuidado al medio ambiente y a la biodiversidad
(EQI, 2016).
Modelo pedagógico desde la socioformación
El campo laboral demanda trabajadores emprendedores, con capacidad de
responder a objetivos claros, con una visión de compromiso y con conocimientos
pragmáticos basados en la ética, para que trabajen de manera colaborativa en la
resolución de los problemas en el contexto local. Por esto se necesita formar a los
ciudadanos para la sociedad del conocimiento (Tobón et al., 2015).
Esta necesidad requirió nuevos enfoques y modelos educativos, que respondan
integralmente a los retos del nuevo tipo de sociedad que se busca crear.
Es así que, Tobón en el 2002 propuso un enfoque educativo que implicaba el
espíritu humanista, empleando el pensamiento complejo como base, ubicando al ser
humano como protagonista para abordar problemáticas reales que la misma sociedad
tiene como preocupación, utilizando las tecnologías de una manera adecuada, con
valores para formar una sociedad justa, consciente de su realidad y con miras de un
mundo mejor.
Con esto nace el enfoque socioformativo, con una formación crítica, reflexiva,
donde predominen los valores, la equidad de género, el respeto a la naturaleza, como
cualidades principales (Prado, 2018).
Características del enfoque socioformativo
Según Lara et al. (2019) refieren que la socioformación es un enfoque educativo,
cuya característica es buscar la formación integral del estudiante, con una visión del
ser humano en proceso de realización, comprometido con pertenecer a una sociedad
con mejores hábitos de vida en su contexto local. Este enfoque se ha manejado y
aplicado en el ámbito académico superior, debido a que está acorde con las
tendencias de sostenibilidad e innovaciones actuales. Además, busca contribuir a un
mejor y adecuado desarrollo de la sociedad, partiendo desde el conocimiento dentro
de la academia, con el propósito de generar el desarrollo social sostenible, aspecto
que muy pocos enfoques educativos abordan.
Otra de las características de este enfoque, es que articula en su forma de operar
a las cuatro funciones sustantivas de la educación de calidad superior, la docencia,
investigación, vinculación con la sociedad y gestión administrativa, aplicadas en la
multi, inter y transdisciplinariedad. En su base teórica utiliza mediante el logro de retos
con colaboración, pensamiento complejo, emprendimiento, gestión del conocimiento
y proyecto ético de vida, aparte que promueve la investigación de impacto acorde con
las necesidades de la comunidad.
La socioformación, además se caracteriza por prevalecer el valor del individuo,
no por la cantidad de conocimientos que adquiera, sino, en aplicar estos saberes para
resolver problemas, a través del trabajo colaborativo, persiguiendo un meta común,
alcanzando ganancias tanto individuales, sociales y ambientales, generando
resultados a partir de la participación de los involucrados (Arreola et al., 2019).
La retroalimentación continua es otra característica de este enfoque educativo,
que hace referencia a que el estudiante y el maestro puedan tener la oportunidad de
identificar y reconocer lo que se enseñó y se aprendió, dándole claridad y solidez al
desarrollo de competencias, utilizando la valoración de estas competencias
alcanzadas a través de la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación,
asumiendo cualquier error que pueda haberse dado, como una oportunidad de mejora
y crecimiento.